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  • La imagen muestra a la difunta joven iraní Nasim Sedqi, cuyo asesino fue extraditado recientemente a Irán tras huir del país.La imagen muestra a la difunta joven iraní Nasim Sedqi, cuyo asesino fue extraditado recientemente a Irán tras huir del país.

El asesino fugitivo de una joven iraní, cuyo asesinato los medios hostiles habían atribuido falsamente a fuerzas de seguridad iraníes, ha sido extraditado a Irán.

La agencia de noticias iraní Mizan, afiliada al Poder Judicial de Irán informó el jueves de la extradición de este asesino al país después de su huida y pasar seis meses en libertad en el extranjero.

La víctima es Nasim Sedqi del condado de Shahin Dezh en la provincia noroccidental iraní de Azerbaiyán Occidental, que fue asesinado a disparos en octubre en una casa en las afueras de la ciudad de Urmía, en dicha provincia.

Esto mientras el año pasado, los medios de comunicación antiraníes, incluidos la cadena británica BBC Persian y Voz de América en persa (VOA, Voice of America) con sede en EE.UU., habían alegado que la joven de 23 años había sido “asesinada con dos balas reales [disparadas] por fuerzas de seguridad [iraníes]” durante los disturbios que estallaron en Irán el año pasado.

Sin embargo, la familia y los amigos de la víctima han impugnado esta versión.

Citado por Mizan, Naser Atabati, jefe del Departamento de Justicia de la provincia, señaló que “los funcionarios judiciales y policiales [provinciales] comenzaron a perseguir al asesino desde los primeros días como el acusado de asesinato de Sedqi”.

Sin embargo, las autoridades no lograron capturar al criminal debido a que huyó al extranjero a través de la frontera de Irán con Turquía, afirmó Atabati.

Luego, gracias a un seguimiento efectivo de los funcionarios judiciales iraníes, la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) detuvo al asesino en la ciudad de Sharjah en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y se entregó a la República Islámica, agregó.

Esta no es la primera vez que los medios hostiles recurren a las falsas narrativas para acusar al Gobierno y las fuerzas de seguridad iraníes del uso de mano dura durante los disturbios.

Los disturbios, respaldados por extranjeros, estallaron tras la muerte bajo custodia policial de una joven iraní en septiembre pasado. Mahsa Amini, de 22 años, murió en el hospital tres días después de desmayarse en una comisaría de la capital, Teherán. Un informe oficial de la medicina forense de Irán aseguró que la muerte de Amini fue causada por una enfermedad subyacente y desestimó las acusaciones de que la policía la había golpeado.

Durante estos hechos violentos, los alborotadores, instigados por los países occidentales y hostiles con Irán, atacaron brutalmente a los agentes de seguridad y causaron daños masivos a la propiedad pública y privada.

En octubre pasado, el Ministerio del Interior de Irán publicó una evaluación, nombrando a los que estaban detrás de los disturbios como grupos separatistas y terroristas, que protagonizaron los disturbios como parte de una guerra híbrida lanzada por los enemigos de la República Islámica para debilitar la solidaridad nacional del país y obstaculizar su progreso.

Según la evaluación, unas 200 personas perdieron la vida en los disturbios, que también infligieron billones de riales en daños a la propiedad estatal, pública y privada. Entre los muertos hay fuerzas de la seguridad y personas inocentes que  fueron víctimas de asesinatos de bandera falsa efectuados por los alborotadores.

Fuente: hispantv.com

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