A Salvador Allende, al igual que a otros revolucionarios ilustres como Blas Infante, intentan asimilarlo a la «democracia burguesa», desprendiéndole de toda la carga ideológica de sus plantamientos políticos, haciendo de él un hombre simplemente bueno que luchaba por la democracia. Es la mejor manera de eliminar a un adversario ideológico.
Su asesinato no fue producto del dilema democracia-dictadura, sino de la contradicción entre capital y proletariado. El intento de lograr un Chile independiente del poder hegemónico de EEUU nacionalizando todos los recursos naturales del país para conseguir un reparto de la riqueza equitativo y la soberanía económica de la clase trabajadora chilena, llevó a la CIA y a las élites burguesas chilenas a ejecutar el golpe de Estado que acabó con el asesinato de Allende.
En este video, Fidel Castro cuenta como se desarrolló el ataque al Palacio de la Moneda y como fueron las últimas horas de Salvador Allende.