
Por Aday Quesada
¿Cuánto sabía el general Julio Rodríguez sobre las verdaderas razones detrás de la invasión a Libia? ¿ No nos debe usted todavia una explicación, general?
En las páginas de la historia reciente, el asedio y ulterior desmantelamiento de Libia emerge como una cicatriz purulenta en la piel de la diplomacia internacional y de la OTAN. Hace una década, potencias militares con Estados Unidos a la vanguardia, forjaron un camino de destrucción y caos en la nación africana, estrujando bajo sus bombardeos no solo a un régimen político, sino la estabilidad y prosperidad de un pueblo entero. ¿Por qué extrañas razones el conjunto del establishment se niega a rendir cuentas?
Según ha escrito el periodista italiano Manlio Dinucci en «Il Manifesto», en el Pentágono se había ya forjado una táctica de aniquilación total para el Medio Oriente. Pero el desmantelamiento de Libia, en cambio, había emergido como un «movimiento apremiante», de naturaleza fundamentalmente económica.
Hace una década, en la fecha marcada del 19 de marzo de 2011, tropas militares estadounidenses, respaldadas por aliados de la OTAN, entre las que se encontraba la representación española, comandada por el general Julio Rodríguez, dieron inicio a su asedio aéreo sobre suelo libio. Esta intrusión en una nación independiente estuvo orquestada por Estados Unidos, primero mediante el AfriCom (mando militar americano en África) y, posteriormente, por la OTAN, actuando conforme a directrices del Pentágono.
En un lapso de siete meses, aeronaves tanto de Estados Unidos como de la OTAN, entre las que se encontraban también aeronaves españolas, bajo el mando del general español Julio Rodríguez, ejecutaron 30,000 operaciones sobre Libia, 10,000 de estas de carácter ofensivo, lanzando sobre la población libia más de 40,000 proyectiles y misiles.
Italia, con el apoyo unánime parlamentario, -liderado por el Partido Democrático-, se sumó a la confrontación contra Libia, disponibilizando siete bases aéreas y desplegando cazas Tornado y Eurofighter, el portaviones Garibaldi y otros navíos de su flota naval.
Antes de que se produjera el inicio del asalto, varios grupos tribales e islamistas, opuestos al régimen político libio, ya recibían financiamiento y armamento extranjero y fuerzas especiales, mayormente de Qatar, que se habían infiltrado en Libia para la promoción de conflictos armados que serían utilizados como justificación de la posterior y devastadora intervención aérea.
Libia, el país que, según el propio Banco Mundial había diagnosticado, se destacó en año 2010 por su robusto crecimiento económico y por sus elevados estándares de desarrollo humano, fue totalmente arrasado. Poseedor de las más vastas reservas petroleras de África, limitaba las ganancias de empresas extranjeras, y su prosperidad se veía reflejaba en inversiones fundamentales para la creación de organismos financieros africanos, como el Fondo Monetario Africano, el Banco Central Africano y el Banco Africano de Inversiones.
La ofensiva de la OTAN en Libia se desencadenó a sólo dos meses de la Cumbre de la Unión Africana que había aprobado la creación del Fondo Monetario Africano. Esto no fue una mera y casual coincidencia. Los Estados Unidos y Francia, de acuerdo a lo que pusieron de manifiesto los correos de Hillary Clinton, divulgados por WikiLeaks, deseaban la caída de Muammar el-Kadhafi para prevenir la creación de una moneda panafricana que pudiera desafiar al dólar y al franco CFA.
Este contexto beligerante precedió el despojo de 150,000 millones de dólares de fondos libios en el extranjero, destacándose en este acto el Banco Goldman Sachs, cuyo vicepresidente fue Mario Draghi.
En la actualidad, los ingresos del petróleo libio son monopolizados por transnacionales y grupos en pugna, mientras la población libia y migrantes africanos que allí residen, sufren en un escenario de anarquía y violencia, constituyendo este país la principal ruta migratoria a Europa.
¿ No nos debe usted todavía una explicación, general?
¿Conocía este conjunto de datos el general Julio Rodríguez, jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD) con el gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿O fue después de que los aviones españoles dejarán caer sus bombas sobre Libia, cuando este militar tuvo conocimiento de cuáles eran realmente los objetivos de aquella operación militar? En cualquier caso, corresponda su respuesta a la primera o a la segunda interrogante, tanto el pueblo libio como sus votantes españoles, tienen derecho a demandarle una explicación sobre la participación española en aquellos criminales acontecimientos, así como el papel que como jefe del JEMAD desempeñó en aquella incalificable operación.
Actualmente, el ex mando militar, es Secretario General de Podemos en el municipio de Madrid, cargo que comparte con la presidencia del Instituto República y Democracia, una suerte de«think tank» al servicio de la formación política Podemos, antes dirigido por Juan Carlos Monedero.
VIDEOS MUY ILUSTRATIVOS:
VIDEO 1: ASESINATO EN DIRECTO DE MUAMMAR EL-KADHAFI, A MANOS DE GRUPOS ISLAMISTAS (PULSAR PARA VER EN YOUTUBE)
Fuente: canarias-semanal.org