Walter Rauff, coronel de las SS nazis e inventor de las camaras de gas moviles en las que los nazis exterminaron a más de 800.000 personas, fue reclutado por la CIA y el Mi6 británico y ayudado a escapar por la Iglesia Catolica, Caritas y Cruz Roja. Rauff se enfrentaba a cargos de crimenes de lesa humanidad tras la Segunda Guerra Mundial. Pero obtuvo impunidad por sus crímenes porque EEUU y Reino Unido dejaron impunes a muchos nazis que luego reciclaron. En la Unión Soviética ese nazi hubiera sido llevado a la horca. En diciembre de 1946, Rauff ‘se escapa’ (lo ayudaron a escapar sus protectores) del campo de detencion de EEUU/UK en Rimini (Italia), ayudado por un sacerdote católico de Nápoles, gracias al cual llegó a la ‘santa sede’ de Roma. En Roma, Rauff fue protegido por el obispo catolico nazi Alois Hudal durante 2 años hasta que éste lo pudo enviar a Latinoamerica con la cooperación de Cruz Roja y Caritas que lo disfrazaron bajo identidad de un misionero catolico.
